Sonia Ferrandis, sobre el futuro del catálogo ortoprotésico tras la crisis: “Hemos avanzado mucho y no podemos permitir ir hacia atrás”

Sonia Ferrandis, sobre el futuro del catálogo ortoprotésico tras la crisis: “Hemos avanzado mucho y no podemos permitir ir hacia atrás”

Analizamos la situación actual con Sonia Ferrandis, presidenta de la Asociación de Fabricantes y distribuidores de Ortopedias (AFDO), para conocer cómo ha vivido y vive la crisis el sector y sus expectativas ante la conocida ya como “nueva normalidad”.

¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a las empresas que conforman AFDO?

Inicialmente todo fue muy desconcertante. Nos encontrábamos que muchos hospitales y residencias querían un gran stock de camas, pero no se ejecutaban los pedidos. Todos los elementos de la cadena estaban muy nerviosos. Querían que no se les escapasen esos negocios, oportunistas en el corto plazo, pero no sabían cómo gestionarlo porque el cliente final no les daba la información. Fueron momentos que vimos con tensión porque nadie tenía nada claro, así que nos enfrentamos de la mejor forma posible. ¿Habéis tenido problemas para conseguir material o materia prima? Sí, ha habido problemas puntuales. A pesar de que muchos de los fabricantes de AFDO fabrican en España y son productos nacionales, al final siempre hay alguna pieza que proviene de China y si te fallan no puedes continuar. La manera en la que se produjo la expansión del contagio —primero en Asia y después en Europa—, permitió que los retrasos no pasasen de un par de semanas, y en seguida se pusieron al día.

También depende del tipo de productos, porque por ejemplo el mercado de las ortesis se quedó prácticamente congelado, debido a las urgencias hubo algo más de movimiento con las prótesis y las ayudas a la movilidad y no se llegó a parar del todo pero sí se redujo considerablemente la demanda.

Algunas empresas han cambiado su línea de producción para adaptarse, ¿de qué manera?

Ha sido una estupenda noticia y ahí se ve la flexibilidad de la fabricación nacional, ojalá tuviésemos más. Varios fabricantes comenzaron a confeccionar mascarillas, fue una oportunidad en ciertas empresas donde trabajan con textil y disponen de los medios necesarios, que habitualmente se emplean en la producción de ortesis. Por otro lado, algunas empresas distribuidoras que son multinacionales y que comercializan habitualmente mascarillas decidieron que en España no se continuase en esa línea debido a la fijación de precios máximos de facturación, y es que se estaban cambiando las características técnicas de los productos y no podían ofrecerlos de un día para otro, no había mucho control justo en un momento tan necesario y fue una pena.

Esas empresas que se han sumado a la fabricación de mascarillas ¿podrán mantener esa línea en el futuro?

Yo creo que se puede mantener. En momentos de incertidumbre hay debilidades y en esas debilidades encontramos las fortalezas. Teníamos una debilidad muy importante que era la dependencia del mercado internacional. Y si esto lamentable – mente se va a mantener en el tiempo —que desgraciadamente así parece—, vamos a necesitar mascarillas como método de protección y es una opción para estos fabricantes que han desarrollado esta línea de negocio. En el plano económico, ¿cómo ha afectado y cómo sigue afectando la COVID-19? Hay gran problema, porque no hay demanda. Los consumidores finales que son los particulares no se movilizan, tienen miedo de salir, aunque los establecimientos de ortopedia estén abiertos y se garanticen las medidas. En este aspecto ha habido un repunte en el mercado de internet, pero hay que alertar a los usuarios: adquirir un producto online sin prescripción de un especialista o sin la adaptación de un técnico ortoprotésico puede afectar di – rectamente a su salud. Es algo muy serio. ¿Qué opinas de las gestión de la Administración? ¿Habéis tenido algún apoyo o medidas concretas? No, lamentablemente no hemos accedido a ninguna otra medida más allá de los ERTE para atenuar este gran problema económico que afrontamos. Nos hemos sentido desprotegidos totalmente. Nos han permitido abrir, y nosotros hemos querido hacerlo por responsabilidad. No estábamos obligados y nos hemos sometido a un riesgo. Entendíamos que esa buena fe se iba a traducir en ayudas para ajustar nuestra organización y sin embargo muchos de los ERTE solicitados ni siquiera han sido aceptados, pese a que es conocido por todos que ha caído en picado la actividad del sector.

¿Cómo veis el futuro del sector?

El problema es lo que va a venir ahora. Desde AFDO, junto a FEDOP, hemos luchado por un catálogo para tener mejores pro – ductos, adecuados a la naturaleza actual y a precios más realistas, y no sabemos qué va a pasar, o cómo se van a hacer los re – embolsos. Hemos avanzado mucho en los últimos años —de una situación que estaba estancada— y ahora temo que esto no siga adelante. Pero no podemos permitir ir hacia atrás. Estamos ha – blando de un catálogo que se ha gestado durante la última década y que ha salido con muchas dificultades y que se debe implementar. Esperamos que respeten los precios máximos de financiación. El problema será el dinero que destinen para ello. Nosotros vamos a luchar por los derechos de nuestros clientes que al final son los pacientes. En estos momentos de necesidad todos deben estar atendidos por el Estado.

Comments are closed.